Pasan las horas, los días y los años y
aun sigues ahí en el mismo lugar, no crees que ya es tiempo del cambio? Creo
que no es en ese lugar que Dios quiere cumplir su propósito para tu vida. Muévete
de donde estés, despierta, siempre hay algo mejor que puedas obtener, da pasos
firmes para que puedas alcanzar lo que tu corazón tanto anhela. Haz lo que
tienes que hacer, sé diligente, no sea que venga el día de la destrucción y no
haya oportunidad para salir airosa del chasco.
No olvides que Dios quiere hacer algo
importante y maravilloso con tu vida, algo muy distinto a lo que actualmente
vives. No desesperes, sé paciente, todo pasa, hay una luz radiante después de
una larga noche oscura, pero, para poder ver el espectáculo de las estrellas es
necesario que por unas cuantas horas el sol deje de brillar.
Mientras el Señor trabaja abriéndote la
otra puerta, haz tu parte, y con fuerzas, fe y valor, dígnate de alabarle en el
pasillo. El tiene algo lindo para ti, ve en busca de ello, olvida lo que han
hecho los malos en tu contra, ellos también forman parte del plan Divino para
que seas cada día más fuerte.
Da gloria a Dios por aquellos que hoy
te dan la espalda, porque es simplemente para que aprendas, para que abras los
ojos, para que salgas ya de ese mundo de Naranja y Leche en el que has estado
por tanto tiempo sumergida.
No obtendrás nada a cambio de tus
buenas intenciones para con las personas que te rodean, por aquellas que amas,
aquellas con las cuales simpatizas, solo es eso… es hora de que pongas cada
cosa en orden en tu mente, se diligente en tu accionar y sobretodo, suelta, suelta,
suelta, deja pasar, deja que fluyan las cosas, no detengas tu vida por
pequeñeces, por tonterías.